¿Puedo Seguir Trabajando con Epicondilitis?

Consejos para Aliviar el Dolor y Prevenir el Empeoramiento de la Epicondilitis

  1. Ejercicios de Fortalecimiento y Estiramiento:
    • Realizar ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento, recomendados por un fisioterapeuta, puede ayudarte a reducir el dolor y mejorar la resistencia de los tendones.
    • Ejercicios de bajo impacto, como estiramientos del antebrazo y ejercicios de fortalecimiento con banda elástica, son útiles para aliviar la tensión en la zona.
  2. Aplicación de Frío y Calor:
    • Aplica compresas frías en el codo durante unos 15 minutos después del trabajo para reducir la inflamación.
    • Alternativamente, el uso de calor en la zona antes de trabajar puede relajar los músculos y prepararlos para la actividad.
  3. Evita Movimientos Dolorosos:
    • No intentes levantar objetos pesados o realizar movimientos que causen dolor, ya que podrían empeorar la inflamación. Si ciertas tareas agravan el dolor, evita realizarlas o consulta sobre la posibilidad de delegarlas temporalmente.
  4. Rehabilitación con Fisioterapia:
    • La fisioterapia puede ayudar a acelerar la recuperación y enseñar ejercicios específicos que fortalezcan los tendones y músculos involucrados.
    • Un fisioterapeuta también puede darte pautas para realizar tus tareas diarias de manera que no se afecte el codo lesionado.
  5. Evita el Sobreesfuerzo Fuera del Trabajo:
    • Evita actividades fuera del trabajo que puedan afectar la recuperación del codo, como deportes de raqueta, levantamiento de pesas, o actividades que requieran movimientos repetitivos con el brazo.

¿Cuándo Es Mejor Tomarse un Descanso?

Si el dolor es persistente, afecta tu capacidad de concentración o interfiere gravemente con tus tareas diarias, es posible que sea mejor considerar un descanso. En algunos casos, los médicos pueden recomendar una baja laboral temporal para permitir que el codo descanse y que el tratamiento de recuperación sea efectivo.


Conclusión

Trabajar con epicondilitis es posible en muchos casos, pero requiere precaución, adaptación de tareas y, en algunos casos, tratamiento especializado. Al evaluar tu entorno laboral y hablar con un profesional de la salud, puedes encontrar formas de adaptar tu trabajo sin que la lesión empeore.

Recuerda que tu salud es la prioridad. Escuchar a tu cuerpo y hacer los ajustes necesarios puede ayudarte a seguir con tus actividades sin agravar la condición y permitirte una recuperación más rápida.